#131: Sí hay tiempo para pasatiempos
La realidad sobre los hobbies y el primer paso para la revolución
No es primera vez que hablamos de hobbies en este espacio porque el tema de pasatiempos me provoca varias inquietudes.
Como aquí hablamos de storytelling, vamos a tener que dar pasos hacia atrás y empezar por lo primero: tuve un hobby absorbente de los 5 hasta los 18 años.
Absorbente porque me tomaba todas las tardes de lunes a viernes y la mayoría de fines de semana; estaba obsesionada con la equitación.
Montar caballo era una gran parte de mi identidad. Mi hobby era más que un deporte porque para mí era difícil explicar lo que sentía cuando iba a mis clases.
Salía corriendo del colegio para llegar temprano al club, alistarme, revisar que el caballo estuviera nítido, llegar de primero a la clase. Me preocupaba por lo que comía mi caballo, si le dábamos algo extra para las competencias, si tenía el freno correcto.
Podría seguir y seguir.
Genuinamente creía que mi vida no podía ser si no montaba porque esas horas a caballo llevaban mi mente a lugares increíbles, despejados y mejores.
Sin embargo, cuando me fui a la universidad dejé el hobby que me vio crecer. Al regresar, me topé con mi ahora esposo y resulta que también tenía ese mismo bicho por los caballos que tenía yo. Aunque no regresé a hacer lo que hacía, sí me volví a envolver en el mundo ecuestre desde “la banca”. Ya no montaba horas como antes pero igual estaba rodeada de caballos y con eso me regresaron un pedazo de lo que más me gustaba.
Pero en eso la vida hizo lo que mejor sabe hacer y pasó el tiempo y yo seguí en la banca. Casi siempre a un lado y casi nunca en la jugada, por seguir con la analogía de deportes.
Al mismo tiempo, empezaron a surgir conversaciones entre amigas sobre la falta de hobbies de las mujeres y la cantidad de actividades de los hombres.
Golf, bici, motos, polo, fut, padel (la última moda).
Para mientras, las mujeres nos quedábamos en la casa con los niños y las actividades diarias porque, “si no me quedo yo, ¿quién?”
Sin ánimos de contar una historia de animosidad aquí, la realidad es que no solo se trata de un sentimiento en común entre mujeres sino que existe data que confirma que hay un gap entre el tiempo libre que tienen los hombres y las mujeres.
Según este estudio del 2022, las mujeres pasan (de forma consistente) mucho más tiempo cuidando niños, manejando temas de la casa, preparando/planeando la comida, las actividades de los niños y la limpieza.
Aunque la vida moderna ha cambiado los roles económicos de las mujeres y los hombres, las mamás todavía pasan hasta 2.1x veces más tiempo cuidando la casa y la familia que los hombres.
Las mujeres jóvenes tienen hasta 20% menos tiempo libre que los hombres.
Las mujeres casadas sin hijos pasan hasta 2.4x veces más tiempo en “trabajos de la casa”.
Entre latinos, las mamás pasan 3.4x veces más tiempo que los papás cuidando a los niños y a la casa.
Eso es un montón de tiempo y no solo afecta a las mamás sino que a todas las mujeres en general.
Así que, no nos lo estábamos imaginando con amigas cuando hablábamos de los hobbies que tenían los hombres en nuestras vidas. De hecho, es una realidad con evidencia contundente.
Si regresamos al storytelling de los hobbies, lo interesante de este fenómeno es que, por lo menos en mi circulo de amistades, las mujeres cada vez más quieren regresar a los hobbies que todas tuvieron durante su infancia y adolescencia.
Regresar a los hobbies como adultos no es un capricho; los pasatiempos están directamente relacionados a la felicidad y el bienestar.
Y no lo digo yo, lo dice Harvard.
Como consecuencia de esta necesidad de hobbies, las mujeres han optado por hobbies que les permitan un balance entre su vida en la casa, el trabajo y la maternidad, como los book clubs.
Hace unas semanas hablamos del book club que empezamos con amigas en enero y ha decir verdad, con solo dos libros ya siento la diferencia en cómo uso mi tiempo libre.
En lugar de estar doom scrolling, busco tiempo para leer, para comentar la historia, hacer alguna referencia o comparación que me dio risa o me impactó. El book club ha servido más allá de solo entretenerme; me ha hecho hablar con más personas y retomar amistades con las que no hablaba desde hacía años.
De acuerdísimo con que los hobbies están “directamente relacionados a la felicidad y bienestar”, como dice Harvard Health.
Aunque sí es cierto que las mujeres tenemos menos tiempo para pasatiempos, me pareció importante esforzarme en encontrar un hobby que también me dé una pausa de los quehaceres de mi vida diaria.
Así como los hombres encuentran el tiempo para hacerlo, es momento de que nosotras las mujeres también lo hagamos. Quién sabe, tal vez los hobbies son un primer paso para ir cerrando ese gap entre hombres y mujeres en la cantidad de tiempo “libre” que tiene cada uno; revolucionario el descubrimiento.
Eso es todo por hoy, nos vemos el próximo miércoles a las 7am hora GT.
*Esta semana tengo reunión de book club, les cuento cómo nos va la otra semana (!).