Crecí escuchando que la mamá de una amiga tenía reuniones de su book club y nunca entendí a qué se refería. ¿Cómo así un grupo de mujeres para leer y comentar un libro solo porque sí?
No le di mucho pensamiento hasta que me convertí en adulta, profesional, mamá y me di cuenta que no tenía hobbies. Y no, ir al gimnasio o hacer ejercicio 30 minutos a las 5am no cuenta como hobby; eso es puro cuidado personal básico.
Mi esposo tiene un hobby. Sus amigos también. Los novios y esposos de mis amigas también. Ahí hay un denominador en común.
¿Por qué las mujeres dejamos de tener hobbies conforme vamos creciendo?
Sí, estamos ocupadas en el malabarismo de la vida pero muchos de esos hombres que menciono también. Así que, luego de hacer esa observación, el año pasado me propuse retomar el “hobby” de la lectura y leer más.
Leí 7 libros y la meta eran 10, así que no lo logré.
Pero este año la velocidad de mi lectura cambió de forma drástica cuando en un grupo de WhatsApp que se llama Mad Women (un nod a Taylor Swift, obvio) votamos para hacer un book club.
Me convertí en la mamá de mi amiga y ahora sí la entiendo.
Una de las integrantes del grupo propuso un libro y, con dos meses posparto, no me creí capaz de leer 300+ páginas en un mes. Sin embargo, conforme mis amigas empezaron a comentar la historia, me di cuenta que quería alcanzarlas y leer más y más y más.
Una persona leyó el libro en 48 horas. Otra en un vuelo de 8 horas.
Yo no, no crean, pero sí lo terminé en una semana y eso para mí fue igual de impresionante dadas las circunstancias.
Entre el desvelo y los niños y la vida nunca me imaginé que iba a lograrlo, pero también se me había olvidado el placer que es compartir una lectura y poderla comentar con personas que están en la misma página (literalmente).
Como aquí hablamos de storytelling en la vida real, me metí a investigar el origen del book club y cómo se popularizó.
Según este artículo de JSTOR, son predominantemente grupos de mujeres que buscan mejorar su capacidad cultural, moral e intelectual. Es decir, lo que hoy dirían todos que es “auto desarrollo” o “auto cuidado”.
Lo que más me gustó de ese artículo es que me enseñó que, desde hace cientos de años, las mujeres se han reunido en estos espacios seguros para entretenerse y mejorar a nivel personal y social.
Es más, algunos de estos clubes o salones de pensamiento incluso han llegado a convertirse en programas para ofrecer becas educativas o para crear bibliotecas públicas en sus comunidades.
Todo esto para decir que desde hace una semana llevo un libro leído este año y ya no aguanto porque sea febrero para decidir el próximo libro del grupo.
¿Lo mejor de todo? El plan es juntarse una vez al mes para discutir el libro y hacer alguna actividad que mejore nuestro “self-culture”.
Suena a que estoy descubriendo el agua azucarada, pero para quienes estaban considerando formar parte de algo así, esta es la señal para hacerlo.
Muy poco crédito se le da al efecto transformador que tiene leer y compartir historias por el puro placer de entretenerse.
Eso es todo por hoy, nos vemos el próximo miércoles a las 7am hora GT.
¡Gracias, Viviana! Hacelo 🤩
- Lo formamos un grupo de amigas que queríamos ser constantes con la lectura
- Nos vamos rotando quién es la anfitriona del mes
- Cada una propone un libro en un papelito y luego sacamos uno para elegir el del próximo mes
- La única regla es que tiene que ser “easy read” para que sea factible leerlo en un mes
¡Espero te sirva!
Me encanta Irene!!!!! Te felicito… a mí también me encantaría tener un book club. Como lo formaron? Con amigas? Quien lo dirige? Cuánto tiempo se juntan? Tienen una guía?? Como escogen el siguiente?? …. Te leo y muchas gracias.