Blue Monday se llama el tercer lunes de enero y es que, en teoría, es el día más triste del año. Según este artículo de The Independent, el psicólogo Cliff Arnall acuñó el concepto en el 2004.
Pero, ¿por qué es el día más triste?
Resulta que es una combinación general de factores, como: el clima frío, la deuda, el tiempo que ha pasado desde Navidad, el tiempo en el que no se han cumplido las resoluciones del nuevo año y un sentimiento de bajos niveles de motivación.
O sea, un montón de factores.
Y si a eso le sumamos la situación actual del mundo y su constante bombardeo de noticias negativas, mejor nos regresamos a la cama y no volvemos a salir nunca.
Para salir de ese hoyo, sin embargo, la psicóloga Dra. Joan Harvey señala que es una “tontería sensacionalista” más para hacernos creer una narrativa que no necesariamente existe.
Se vale sentirse de bajón en un día de invierno gris y frío, pero no por eso es el día más triste del año. Lo mismo con los demás elementos de la ecuación del desaire del Blue Monday.
Lo que me llevo de este concepto de tristeza es que es mucho más fácil caer en una narrativa negativa que una positiva. Es mucho más fácil creer que “todo me sale mal” si empiezo el día pensando que todo me va a salir mal.
Por otro lado, existe otra predisposición a seguir una narrativa positiva si le ponemos atención a los detalles que nos alegran el día. Por ejemplo, que mi hija corra de su clase a recibirme amorosa después del colegio o que me contacte un cliente nuevo son motivos suficientes para decir que tuve un buen día.
Pero, si en lugar de fijarme en esos dos momentos le doy más atención al carro que me bocinó en el tráfico o al día en el calendario que me dice desde primera hora que será el lunes más triste del año, diría que tuve un pésimo día.
No voy a mentir, en mi casa es usual el dicho “no escojas la violencia hoy”; es más fácil predicar que hacer.
Y, como ya viene el tercer lunes del mes, me pareció oportuno quitarle el poder al mercadeo del Blue Monday y en su lugar usar la fecha de excusa para enfocarme en los detalles que me alegren el día.
Este Blue Monday también me hace pensar en el impacto que el storytelling de una campaña o un concepto puede llegar a tener en un día semi irrelevante en el calendario.
Para quienes digan que no se pueden vender ideas ridículas, aquí el ejemplo que incluso se puede contar la historia de un día que se volvió el más triste del año solo porque alguien le llamó así una vez.
Pobrecito el tercer lunes de enero, qué mala historia.
Espero que el lunes 15 esté lleno de cosas lindas y que al final del día puedan contar una historia diferente a la del Blue Monday.
Nos vemos en tu buzón de entrada el próximo miércoles a las 7am hora GT.