Rosalía sacó una nueva canción la semana pasada, Lie Like You Love Me, y es… (tambores) en Spanglish y con una gramática de dudosa estructura.
Pero, dejando a un lado la traducción que hizo que me temblara un ojo, la vamos a usar de ejemplo para hablar del poder de la prueba social.
Como dice la canción, miente como si me amaras, lo mismo se puede decir de los influencers en redes sociales. Hace poco vi que hubo un dramón en TikTok porque una influencer de maquillaje estaba promoviendo un rímel que “alarga pestañas” y ella usó pestañas falsas para hacerle creer a su audiencia que el producto tenía ese efecto.
Por ser ella, sus seguidores le creyeron, hasta que otros influencers de maquillaje se metieron a la conversación a opinar sobre el tema y a señalar la pestaña falsa.
Ayer, estaba viendo Reels en Instagram cuando me salió el video de una mujer diciendo que monetizó su presencia digital gracias (y solo gracias) a un curso de contenido de 8 semanas que tomó por miles de dólares. ¿Sonaba como trampa de venta? Por supuesto. ¿Me metí a ver el curso? Obviamente.
La prueba social funciona porque es una muestra de autoridad. Además, todos compramos un producto o servicio porque queremos un beneficio/resolver un problema. Si a eso le agregamos la prueba de que a otras personas les funcionó, ahí está el clic asegurado para comprar o saber más del asunto.
Las reseñas de Amazon son otra bestialidad de prueba de social. ¿Alguna vez te has atrevido a comprar algo de la plataforma sin leer aunque sea los primeros comentarios de review? Jamás. Aunque sean comentarios pagados por el mismo comprador (porque sucede) y aunque las personas mientan como si amaran el producto, el efecto que tiene su opinión en tu decisión de compra es enorme.
Este es el efecto de la prueba social (aunque no siempre sea verdadero el review):
“Fui influenciada otra vez. Lo compré” - mi hermana, con todos los productos de skincare y maquillaje en TikTok.
Así que hoy, como encargada de ponerle atención al storytelling que te rodea a diario, estoy aquí para recordarte que no tienes que creer todo lo que ves y escuchas en el Internet. La prueba social es poderosa, pero el criterio también. Si estás cansado de caer en la trampa, usa los reviews como apoyo y asegúrate de entender la historia completa del producto o el servicio antes de hacer tus compras.
Si, como mi hermana, quieres seguir probando productos de influencers, también se vale. Cada quién con lo que lo hace feliz, de eso se tratan las historias que funcionan; de motivarnos (o no) a realizar una acción.
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Nos vemos la próxima semana en tu buzón de entrada.