#31: La inmortalidad de la rutina
Lo que tienen en común Modern Family y Friends que nos gusta tanto.
Si me conoces, sabrás que soy una criatura de hábitos. Los días (como hoy) en los que no logro seguir mi rutina como me gusta me sacuden del tiempo y el espacio de la realidad. Esta semana he tenido más bajos que altos por motivos fuera de mi control y lo único que quiero hacer en la noche es ver Modern Family o Friends.
Durante el encierro de la pandemia, creo que vi dos veces todas las temporadas de Modern Family y de Friends (si no es que más). Y sabía que no era la única porque en más de ocasión recibí el comentario parecido a “veo Friends porque me da comfort”.
Por el éxito que tuvieron estas series puedo decir que a muchos nos da “comfort” ponerle play a la tele y reírnos con Monica, Rachel, Mitch o Cam. Lo increíble de estas series es que su storytelling trasciende en las generaciones y hasta los Gen Z están enganchados; es una combinación de una historia “fácil” de digerir y con la que todos nos podemos relacionar.
Los personajes de ambas series están creados con tal “layering” que hacen que nos podamos identificar con más de alguno en todos los episodios. Y si no, estoy segura que alguno de los personajes te hace recordar a un conocido/a.
How you doin’?
Regresando a la rutina, lo que también nos dejan estas series es la rutina implacable. Pero esta rutina tiene un twist: nunca sale como la planean. Y aunque digo que soy una criatura de hábitos y que no funciono sin mi rutina, la realidad es que la rutina nunca (¡nunca!) es la misma todos los días, por más que quisiera.
Este es el mensaje y cuasi-moraleja de Friends y Modern Family; que la rutina existe para tener algún tipo de “libertad mental” pero en realidad la vida siempre (¡siempre!) tiene otros planes.
Lo que me gusta de la rutina en la vida real y en las series es que funciona como la columna vertebral de la historia del día. Ahí está la base, está el esquema de lo que nos depara el día pero sabemos que pueden haber un par de desvíos o alteraciones en el camino.
Como me dijo una vez mi editora, “tiene que haber un desenlace pero para el desenlace se necesita algún tipo de obstáculo”. Es decir, no hay resolución sin antes tener que superar un desafío.
Así que para los días en donde la rutina está un poco desviada, recuerda pensar en el “comfort” que nos dan Friends y Modern Family y usarlos de ejemplo para navegar la historia de nuestro día.
Eso es todo por hoy, nos vemos el próximo miércoles en tu buzón de entrada.