Hay ciencia detrás del tema de los acentos. No solo soy yo la que cree que el acento inglés suena más “culto” que el americano, por ejemplo. O que el argentino es lindo y el guatemalteco es neutro.
(No, no es neutro el acento guatemalteco).
Hace como diez años, fui a ver a una amiga en Lima, Perú. Cuando conocí a su grupo de amigas, una de ellas me preguntó totalmente seria (e incrédula), “¿hay todo un país que habla como tú?”
No lo dijo en plan de halago para nada y en su momento me dejó paralizada el comentario hasta que me dio risa.
“Sí, sí hay un país entero que habla como yo, se llama Guatemala por cierto, ¿abajo de México y arriba de El Salvador?”
Pero preguntas pasivas-agresivas a un lado, los acentos sí generan percepciones en los demás sobre uno. Para esta niña que me escuchó, mi acento le contó una película cero cool.
Lo mismo sucedió en una entrevista que acabo de ver con el elenco de Bridgerton (aquí somos fans, obvio). Ellos trataron de leer sus líneas en acento americano y para hacerles el cuento corto, no funcionó igual.
Y no solo a ellos les parece así. Según este artículo de Psychology Today, los americanos perciben el acento inglés como más inteligente por su pronunciación, entre otros factores.
Solo con escuchar cómo habla una persona es posible crear un storytelling mental de lo que pensamos de su estatus, su educación y su personalidad. ¡Eso es un montón de juicio!
Por ejemplo, resulta que alguien con acento francés tiene mejores respuestas en entrevistas de trabajo en el mundo culinario y de moda. Alguien con acento británico genera un estereotipo de mayor inteligencia y alguien con acento del sur de EEUU aparenta ser “más buena gente”. Todo esto, según ese artículo de arriba de Psychology Today.
Pero eso es pura historia mental, no son hechos concretos sobre las personas.
Como estábamos viendo la parte dos de Bridgerton (al fin) esta semana, me pareció interesante entender el efecto que tiene cómo nos expresamos con la manera en la que nos perciben.
Lo que encontré es que la historia en sí no es suficiente; cómo se cuenta también juega un rol fundamental para transmitir el mensaje (y las emociones) que queremos que se lleve la/el lector.
O, en este caso, la/el oyente de nuestros acentos.
Eso es todo por hoy, nos vemos el próximo miércoles a las 7am hora GT tratando de sonar más elocuentes con nuestros acentos (o no, cada quien con su acento siendo feliz).