En el *ahora famoso* grupo de WhatsApp de mis amigas del bookclub tuvimos una discusión sobre la “mejor manera de celebrar el Día de la Madre”. Lo que me gusta de ese grupo es que hay diferentes edades, profesiones, mamás, solteras y cada una comparte su punto de vista. ¿El veredicto? Solo queremos descansar.
Seamos o no mamás, las mujeres queremos descansar. O por lo menos yo, yo siempre quiero descansar. También la señora de 60+ años que me dijo en la boda de su hijo hace unos años, « ¿Usted no se quiere dormir todo el tiempo? Porque yo sí »
Y es que está el cansancio físico y el cansancio mental.
Sí, existe el cansancio mental y me atrevo a decir que pesa más que el físico.
Por ejemplo:
Llenar los papeles de inscripción del seguro médico, mandar ropa a la lavandería, comprar regalos de las próximas 2 piñatas, pagar clases extracurriculares, planear las comidas en la casa, tener el carro limpio, estar al día con el súper y el mercado, que no falten pañales, ir al doctor, pedir medicinas, pasear al perro.
A eso le sumamos:
Hacer ejercicio, verse decente, ir al salón, tener la casa ordenada, juntarse con amigas, hacer planes de fin de semana.
Y para terminar:
Trabajamos tiempo completo.
Estoy dejando cosas fuera y aún así se sintió largo redactar estas listas. No me acuerdo la última vez que tuve una sola ventana abierta (en mi computadora y en mi cabeza) y creo que así la pasa la mayoría de las mujeres.
Es cansado.
Incluso esta historia me hace recordar cuando un gerente de una empresa de desarrollo inmobiliario me pidió algo descabellado y cuando me vio la cara trató de ablandar el requerimiento diciendo, « ay hombre, usted es mamá, las mujeres logran hacer malabares. »
No me lo tomé como un cumplido.
Para los que no saben, me dedico a crear textos y a planear el storytelling de marcas de diferentes tamaños y en diferentes formatos. Esto significa que mi trabajo en sí es de malabares.
Cuando empecé a escribir para vender era un “side gig” porque trabajaba en una multinacional. Aprovechaba mi tiempo extra en las noches para avanzar con entregables de Redactiva y, con los años, el negocio fue creciendo hasta que me dediqué solo a eso.
Desde ahí venía el multitask.
Pero a pesar de quejarme del cansancio, tengo que reconocer que me gusta tener la mente ocupada. Si algo he visto en mi familia de mujeres inquietas (también el nombre de otro grupo de WhatsApp), es que la mejor manera de conservar la energía es haciendo.
Haciendo de todo.
Sé que no se trata de llegar al punto de burnout, pero esta reflexión de lo que significa ser mujer es una historia que originalmente me hacía ruido y que ahora la entiendo cada vez más; qué dicha tener esta capacidad y este ancho de banda porque nos recuerda que somos capaces.
Ser mujer es tener la capacidad de acordarse del cien por ciento de las letras de Antología y Pies Descalzos; es abrazar y gritar a esa amiga que no vemos desde la universidad; es seguir tendencias y usar los mismos zapatos que el resto de mujeres porque nos hacen sentir lindas; es sentirse segura al entrar a un restaurante en mesas rodeadas de más mujeres.
Ser mujer es complejo, es cansado y es lo máximo - igual que la vida.
Eso es todo por hoy, nos vemos el próximo miércoles a las 7am hora GT.