Entre convivimos, bodas y recaps del 2024 está el small talk. A algunos les da pereza y a otros se les da más natural. De igual forma, al parecer hay evidencia psicológica que indica que es mejor tener algo de small talk que no hablar del todo.
Pero, ¿qué pasa si no somos de los que se nos da de forma natural?
A continuación un resumen de lo que he aprendido y lo que dice el internet (de fuentes confiables, obvio) acerca del tema.
Lo que he aprendido hasta ahora:
Tengo la suerte de haberme casado con alguien al quien el small talk se le da de forma muy natural. Como dirían en mi casa, “le puede hablar hasta a las paredes”. Mi hija heredó esa misma habilidad en línea directa de su papá, por supuesto. Después de tantos años juntos, aprendí que las conversaciones casuales se vuelven fáciles cuando se hacen preguntas sobre el bienestar de los demás, sus familias o amigos.
Puntos extra si hay amigos o intereses en común.
¿Quién dijo que no se podía hablar de fútbol? A mi hija ahora le causa más gracia ir al pediatra porque su doctor es del Madrid y ella es del Barca. Puede tener 40 de fiebre y no se le va a olvidar decirle “Visca Barca” antes de salir de la clínica. Tiene 3 años.
Al final, el small talk se trata de encontrar temas poco controversiales que causen conversación simple; es más para entretenerse aunque sea un rato.
Incluso en el pediatra.
Pero bueno, esto es lo que dice el Internet acerca del tema:
Según Psychology Today, las personas son más felices cuando hablan con otros, incluso cuando le hablan de forma superficial a extraños.
(Esto significa que les caería de perlas decir buenos días o buenas tardes a las personas que no dicen nada al entrar a un elevador lleno de gente).
Para que el small talk sea efectivo, hay que considerarlo como el preámbulo de conversaciones más profundas. O al menos eso dice esta data.
Cuando se logra un small talk que provoca más apertura entre dos personas o un grupo de personas, se van forjando relaciones y conexiones entre sí.
Los temas tampoco son tan importantes como lo es la continuación de la conversación.
¿La mejor forma de hacerlo? Haciendo preguntas, mostrando interés, escuchando.
Para este fin de año lleno de eventos sociales, estas son algunas opciones de temas para small talk que pueden sacar de apuros a los introvertidos:
Lo local: alguna novedad en la ciudad, sabemos que el tráfico ya es asunto de todos los días pero tal vez funcione hablar de eventos próximos o los desfiles navideños de la Muni.
Entretenimiento: está Wicked, algún concierto, chisme de la cultura pop…
Restaurantes: nuevos lugares para ir a comer o algo culinario como el club de pasta en Alelí.
Hobbies: cocinar, correr, bicicleta, arte.
Deporte: desde que veo futbol americano (a medias porque siempre me quedo dormida) me he topado en muchas más conversaciones de lo esperado, por ejemplo.
El fin de año siempre está cargado de eventos así que “best of luck” para los introvertidos y espero que estas recomendaciones les funcionen para arrancar diciembre.
Eso es todo por hoy, nos vemos el próximo miércoles a las 7am hora GT.